lunes, 25 de marzo de 2024

La filosofía: La base de todo

 


En pocas épocas de la historia la filosofía había sido tan importante y determinante como en la actualidad. Tratar de entender la enorme presencia de la filosofía en la cotidianidad es una cuestión que invita a construir un mundo mejor. Interesarnos por los tópicos asumidos por el pensamiento filosófico, siempre es una invitación para crecer como personas. Tal vez por eso vemos que en ocasiones se intenta acallarla y se trata incluso de minimizar su presencia en los asuntos propios de la contemporaneidad, porque, ante todo, la filosofía propende a cuestionar cosas que asumimos como ciertas cuando en realidad son prejuicios o atavismos malsanos que limitan la posibilidad de vivir mejor.

La filosofía es, ante todo, una invitación a pensar sobre las cosas, tanto aquellas que nos circundan como pensar con relación a nosotros mismos, así como a los variados fenómenos que condicionan los elementos más básicos de nuestras vidas. Existe multiplicidad de caminos y laberintos filosóficos, unos llanos y otros enredados, pero, en esencia, la filosofía es una puerta que conduce a alcanzar la sabiduría, por lo tanto, también es un intento de acercarnos a la posible verdad de las cosas. El pensamiento filosófico tiende a determinar la totalidad de cuanto nos ocurre y eso no lo tenemos claro, en ocasiones porque no queremos verlo y en otras porque tenemos la mala percepción de que la posibilidad de ver con claridad no sirve para nada.

Sólo a manera de ejemplo, señalaré tres asuntos que son una deriva directa de la filosofía. 1. La ética. La moral es la categorización entre lo bueno y lo malo en un momento y un lugar determinado. Lo que desde el punto de vista moral es aceptado en una época, puede cambiar en otra y volver a cambiar en el tiempo. La ética es la rama de la filosofía que estudia y analiza la moral, pero desde una perspectiva universal. Eso representa un gran desafío y de allí derivan muchas luchas de carácter social como por ejemplo el feminismo. En la base de los movimientos reivindicativos más importantes de la historia se encuentra un ejercicio de carácter ético y cuestiona lo que en un momento pudo ser entendido como “malo” o inadecuado.  La totalidad de las luchas sociales tienen en su raíz un ejercicio de ética y eso es una manera de materializar lo filosófico.

2. La política. Toda postura política, sin excepción, tiene en su origen una serie de consideraciones de carácter filosófico que constituye la brújula de lo que se desea alcanzar. La matriz de cualquier postura o dimensión política está labrada de lo más depurado de lo filosófico porque la política es el intento precisamente de llevar las ideas a la práctica. Dicho de otra manera, la política es la creación humana que convierte lo filosófico en hechos tangibles. Sólo para citar un ejemplo, el marxismo (y todas las consecuencias procedentes del mismo) es a su vez un producto derivado del pensamiento de un filósofo alemán de apellido Hegel. La interpretación que se hace de la obra de este filósofo puede tener más de una opción, pero no se puede negar la influencia de su legado en la historia de la civilización.

3. La economía. El hecho de que desde lo filosófico se plantee el tema de las libertades individuales y el de los derechos colectivos hace que al momento de materializar una postura que tenga que ver con el manejo de dinero, se hace imprescindible asumir un camino que marque la ruta a seguir en materia económica. Mientras más libertad hay menos igualdad entre las personas y mientras más igualdad hay menos libertad entre los seres humanos. Esta disyuntiva, que en definitiva solo la soluciona la justicia, es la base que puede permitir entender el problema que se les plantea a los grandes conglomerados al momento de tener que ajustarse a una línea económica. Hay pueblos que han prosperado gracias a la filosofía que respalda las decisiones económicas. Otros se han hundido en la miseria por seguir a pie juntillas los postulados que preconizan. Un tercer grupo tal vez está condenado para siempre a intentar conseguir su destino. Lo cierto es que en decisiones tan pragmáticas como el dinero, lo filosófico está presente.

La ética, la política y la economía, sólo para citar tres ejemplos, tienen postulados filosóficos en sus cimientos que hacen que la vida de millones de personas gire en relación con esas ideas, que son filosóficas y que marcan la totalidad de lo humano. Por otra parte, la ética, la política y la economía tienen que ver una intrínsecamente con la otra y se unen para configurar la cotidianidad de la vida en sociedad.

Por eso, los estudios filosóficos representan la base de cualquier conocimiento. Tratar de abrazar el camino de las ideas nos abre la mente, nos ilumina nuestra postura hacia el mundo y nos permite, si es posible, acercarnos a la verdad de las cosas. Por su carácter clarificador y por haber tanta proliferación de información insulsa, en pocas épocas de la historia la filosofía había sido tan importante como en la contemporaneidad. ¿Cómo no maravillarnos de todo eso que nos regala el estudio de la filosofía?


Santiago, 25 de marzo de 2024.

Publicado en varios medios de comunicación a partir del 25 de marzo de 2024.