Una
reflexión, hecha en forma serena y en el momento oportuno marca sin
vacilaciones el destino de una persona, cuando no el de toda una generación. Lo
que se hace de manera intempestiva y poco sopesada, en general, puede no salir
bien. La toma de decisiones va precedida de una reflexión mínima. Si no se
hace, los resultados pueden pesarnos para siempre.
Las
dinámicas sociales
En las
dinámicas sociales no tiende a existir el vacío. De alguna manera, todo lugar
que quede desocupado inmediatamente es ocupado por una figura o concepto
emergente. Lo político, que es en definitiva la máxima expresión de lo
práctico, va de la mano con la miseria humana, porque toda praxis debe, sin
contemplaciones, despojarse de lo caritativo para ser implementada. De ahí que
no existen urgencias en relación con resolver las grandes desgracias humanas,
como la guerra o el hambre, porque son asumidos como asuntos propios de la vida
en sociedad que se resolverán de manera paulatina, sin la urgencia que
requieren. Lo pragmático, desprovisto del sentido de urgencia es lo que en
definitiva fluye. Por eso, hasta el más sincero de los políticos, deberá mentir
y falsamente solidarizarse con un sentido de urgencia que en realidad no puede
ser llevado a la práctica. De igual forma, todo político deberá vender la idea
de esperanza o no sería un político.
Outsiders,
mesías, salvadores y vengadores
Como en una
dinámica social no existe el vacío, si llegase a ocurrir el poco frecuente
fenómeno de que un espacio quedase desocupado, no tardará en aparecer un
“outsider”, un mesías, un salvador o un vengador. Todo dependerá de los anhelos
de ese grupo y los más variados elementos psicológicos, tanto claros como
turbios harán de las suyas. Así funcionan los liderazgos que de repente
sorprenden por lo inesperado o abrupto de su emergencia. Están ocupando el
vacío que se ha generado. Ante esos fenómenos, no hay razón que valga y los que
creen que aportan con su escepticismo inteligente verán pasar el fenómeno
frente a sus narices sin poder hacer nada. Así funciona el gregarismo humano.
Logros
alcanzados y los que están por venir
Se genera,
con cualquier líder emergente, la esperanza de que satisfaga problemas
pendientes y generalmente eso se zanjará. El asunto de lo humano es que cuando
satisface una meta y logra alcanzar la satisfacción del sueño cumplido, se
aspira a una meta más elevada. En esas, en tratar de escalar hacia lo mejor
están los países cuando se les descalabra la totalidad de lo alcanzado. La no
aceptación de los logros y el aspirar siempre a más puede ser lo mejor de lo
humano. También es su gran condena.
Santiago, 18 de febrero de 2024.
Publicado
en varios medios de comunicación a partir del 18 de febrero
de 2024.